sábado, 29 de junio de 2013

Japón autoriza el primer ensayo con células iPS en humanos para tratar la ceguera

Fuentes: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/06/26/biociencia/1372257858.html?cid=GNEW970103
http://www.elperiodico.com/es/noticias/ciencia/japon-aprueba-primer-ensayo-clinico-humanos-con-celulas-madre-adultas-2441450
http://www.tendencias21.net/Luz-verde-al-primer-ensayo-con-celulas-iPS-en-humanos-para-intentar-curar-la-ceguera_a20446.html
http://www.abc.es/salud/noticias/aprueban-primer-ensayo-clinico-mundo-15277.html


Las autoridades japonesas han dado luz verde a la investigación clínica con células madre pluripotentes inducidas (iPS), un tipo de célula madre que se produce de manera artificial y que puede generar cualquier tipo celular o tejido. Los investigadores usarán estas células en pacientes con degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una enfermedad que es la primera causa de ceguera en el mundo. 


Masayo Takahashi, responsable del primer ensayo clínico con células iPS en humanos.



Una comisión gubernamental japonesa ha dado su visto bueno para que se inicien en humanos los primeros ensayos clínicos con células madre reprogramadas o iPS. Los encargados de llevar a cabo estos ensayos serán científicos la Fundación para la Investigación Biomédica y la Innovación (IBRI), un centro hospitalario en Kobe (al oeste de Japón).

Las investigaciones comenzarán el próximo año, según han adelantado fuentes del ministerio de Sanidad, y se centrarán en el tratamiento de ladegeneración macular ligada a la edad, que es la primera causa de ceguera en las personas mayores de 55 años en los países industrializados y que afecta a unas 700.000 personas en Japón.

Las células iPS, también denominadas reprogramadas o pluripotenciales inducidas, son células creadas a partir de células adultas, que gracias a un 'cóctel' específico de células, se retrotraen a un estado primigenio, similar al embrionario.

A partir de ese estado, las nuevas células pueden volver a diferenciarse en cualquier tipo celular, en función del medio en el que se encuentren.

La DMAE está considerada la principal causa de ceguera en el mundo y se estima que en Japón la padecen unas 700.000 personas. El proyecto será llevado a cabo por la oftalmóloga Masayo Takahashi del Centro RIKEN de Kobe. 

Según publica dicho Centro en un comunicado, los investigadores planean crear células iPS autólogas, que son las que proceden del propio organismo del paciente, en este caso de su piel, para “fabricar” células del epitelio pigmentario de la retina, o células EPR

Las EPR serán trasplantadas en las retinas de enfermos de DMAE, inicialmente en forma de lámina de células con el fin de evaluar la seguridad de la terapia. 

La investigación se llevará a cabo en estrecha colaboración con el Instituto de Investigación e Innovación Biomédica, ubicado también en Kobe, y los primeros trasplantes podrían realizarse a principios del año que viene. 

Si este ensayo clínico demostrase que la técnica cura la DMAE, podría abrirse una nueva era en el terreno de la medicina, aunque los científicos se muestran cautos. Takahashi afirma que, aunque la terapia funcione, probablemente pasarán años hasta que pacientes con DMAE puedan recobrar la vista gracias a ella. 

Por otra parte, la cautela radica en que no se sabe cómo puede reaccionar el organismo a los trasplantes celulares, y se teme que éstos puedan producir una transformación maligna de las células, es decir, cáncer.

La solicitud del nuevo ensayo fue realizada el pasado mes de octubre. Tal y como confirmaba la investigadora Masayo Takahashi -una de las líderes del proyecto en la unidad de medicina regenerativa en IBRI-, durante un simposio en San Francisco (EEUU) celebrado el pasado año, se pretende probar la terapia en seis personas mayores de 50 años afectadas por degeneración macular, un trastorno que afecta a la parte central de la retina, denominada mácula. Se trata de obtener células iPS a partir de la piel de los pacientes y transformarlas en células de la retina para su posterior implantación.

Según informa el diario 'Cebu Daily News', este proceso de transformación podría tardar unos 10 meses, tras los cuales las células ya estarán listas para su implantación. Posteriormente, los seis pacientes serán evaluados durante una media de cuatro años paa ver cómo reacciona su organismo y, sobre todo, para detectar cualquier posible transformación maligna de las células.

De hecho, se ha elegido la degeneración macular, como primera enfermedad a tratar con iPS, debido a que las células del ojo son menos propensas a desarrollar cáncer e, incluso si un tumor apareciera, se podría eliminar fácilmente. En cualquier caso, la propia doctora Takahashi ha querido ser cauta y ha insistido en que no quiere "generar excesivas expectativas"; el nuevo tratamiento, ha dicho, "es una esperanza para estos pacientes, pero probablemente pasarán años antes de que estas células puedan contribuir realmente a mejorar su visión".

El gobierno japonés pretende invertir alrededor de 1.800 millones de dólares a lo largo de una década en el empleo de células iPS dentro del campo de la medicina regenerativa.

El año pasado, el investigador japonés Shinya Yamanaka y el británico John Gurdon, recibieron de forma conjunta el premio Nobel de Medicina por haber hecho posible la reprogramación célular, una técnica clave para el futuro de la medicina regenerativa.

El propio Yamanaka aseguraba en una entrevista concedida tras recibir el premio de la Fundación BBVA que el primer órgano reproducido en el laboratorio sería la retina.

Al contrario de lo que ocurre con otros linajes celulares, la utilización de células iPS no supone ningún problema ético fundamental, aunque se había puesto en duda su empleo debido al elevado riesgo de cáncer que se observó en las células adultas que se retrotrajeron a su estado primitivo.

Los trabajos con células iPS se han convertido en una prioridad de la investigación en Japón, cuyo gobierno ha destinado un importante apoyo económico a tal fin al considerar que se trata de un campo muy prometedor en el que los científicos del país deberían tomar la delantera.




Este proyecto constituye la primera aplicación clínica de las células iPS, una terapia que saltó a la fama internacional en 2012, cuando el profesor Shinya Yamanaka, de la Universidad de Kyoto, descubrió el proceso de creación de células iPS. 

El hallazgo le valió el Premio Nobel de Medicina y Fisiología ese mismo año, que compartió con John B. Gurdon, otro de los científicos clave en el desarrollo de estos conocimientos. 

Yamanaka y Gurdon han demostrado que las células especializadas (las del hígado, las de la piel, las de los ojos, etc.) pueden dar “marcha atrás” al reloj de su desarrollo en determinadas circunstancias ya que las alteraciones de su genoma durante su especialización no son irreversibles. 

Todo empezó en 1962, cuando Gurdon, en un experimento, reemplazó el núcleo celular inmaduro de una célula del óvulo de una rana por el núcleo de una célula intestinal madura. 

Este óvulo modificado se convirtió en un renacuajo normal. Gurdon observó, además, que el ADN de la célula madura todavía tenía toda la información necesaria para desarrollar las células de la rana. 

Pero no fue hasta 40 años más tarde cuando Shinya Yamanaka consolidó esta línea de investigación. En 2006, el investigador japonés demostró cómo las células intactas maduras en ratones podían ser reprogramadas para convertirlas en células madre inmaduras. 

Sorprendentemente, mediante la introducción de solo unos pocos genes, Yamanaka pudo reprogramar células maduras para convertirlas en células madre pluripotentes, es decir, células inmaduras capaces de convertirse en cualquier tipo de células en el cuerpo.

viernes, 28 de junio de 2013

Neuronas en animales con lesión medular «crecen» tras un trasplante neuronal

Fuente: http://www.abc.es/salud/noticias/neuronas-animales-lesion-medular-crecen-15265.html





Científicos estadounidenses afirman haber logrado avances en la reparación de lesiones de la médula espinal en ratas parapléjicas. Las ratas, según el estudio publicado en Journal of Neuroscience, recuperaron parte del control de la vejiga después del tratamiento basado en un trasplante de células nerviosas en la médula espinal, combinado con inyecciones de un cóctel de sustancias químicas. Los resultados son una nueva esperanza para todas las personas parapléjicas, aunque los investigadores se muestran cautos y señalan que aún faltan años antes de poder considerar los ensayos clínicos en humanos.


Durante décadas los investigadores han tratado de utilizar los trasplantes de células nerviosas para restablecer la función motora en animales con lesión medular. Sin embargo, resulta muy complicado convencer a las células que se desarrollen y formen nuevas conexiones neuronales. Y uno de los mayores problemas parece ser el crecimiento del tejido cicatrizal, que parece bloquear la regeneración celular.


Lo que ha hecho el equipo de Jerry Silver, de la Escuela de Medicina Case Western Reserve (EEUU) es trasplantar neuronas en el centro de la médula espinal de los animales lesionados. También utilizaron un «pegamento» especial que promueve el crecimiento celular, junto con un producto químico que descompone el tejido de la cicatriz en un intento de estimular las células nerviosas para que se regeneraran y conectaran entre sí.


Y, afortunadamente, los investigadores vieron por primera vez que las células nerviosas lesionadas podrían volver a crecer en «largas distancias» (aproximadamente 2 cm). Y, a pesar de que los animales no recuperaron su capacidad de caminar, sí recuperaron parte de su función de la vejiga.


«Esta es la primera vez que se logra reestablecer la función nerviosa a través de la regeneración de nervios después de una devastadora lesión medular», señala Yu-Shang Lee, otro de los autores.


Los hallazgos podrían ayudar a restaurar otras funciones perdidas después de este tipo de lesiones y plantean la esperanza de que estrategias similares podrían algún día ser utilizadas para restaurar la función de la vejiga en personas con lesiones medulares graves.


Silver afirmó que si estos datos se pueden demostrar en un animal más grande «no veo ninguna razón por la que no podemos pasar cuanto antes a humanos».

miércoles, 26 de junio de 2013

Científicos españoles logran generar huesos artificiales a partir de células madre procedentes de cordón umbilical

Fuentes: http://www.europapress.es/andalucia/noticia-cientificos-logran-obtener-huesos-artificiales-partir-celulas-madre-procedentes-cordon-umbilical-20130626092430.html
http://www.granadaenlared.com/2013/06/26/cientificos-espanoles-logran-generar-huesos-artificiales-a-partir-de-celulas-madre-procedentes-de-cordon-umbilical/


Investigadores granadinos patentan un nuevo biomaterial, basado en un soporte de tela de carbón activado, que actúa como ‘andamio’ para la construcción de células capaces de llevar a cabo la regeneración ósea.

Aunque sus resultados han sido obtenidos ‘ex vivo’, en un futuro podrían servir para fabricar medicamentos destinados al tratamiento de patologías óseas neoplásicas, traumáticas o degenerativas.

Tras la obtención de hueso artificial en el laboratorio, el siguiente paso es implantar este biomaterial en animales, para comprobar si es capaz de regenerar el hueso en ellos.



Científicos granadinos han patentado un nuevo biomaterial que permite generar tejido óseo, esto es, huesos artificiales, a partir de células madre procedentes de cordón umbilical. Este material, consiste en una tela de carbón activado sobre la que se soportan y se diferencian las células dando origen a un producto capaz de promover el crecimiento del hueso, y ha sido presentado en el Centro de Investigación Biomédica de Granada. El acto contó con la presencia de José Mariano Ruiz de Almodóvar, director del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Granada, y Francisco Javier Oliver, científico del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra de Granada (CSIC).

Aunque este método aún no se ha aplicado en modelos de investigación ‘in vivo’, los resultados obtenidos en el laboratorio son altamente prometedores, y en un futuro podrían servir para fabricar medicamentos destinados a la reparación de lesiones óseas u osteocondrales, tumorales o traumáticas y a la sustitución del cartílago en aquellas extremidades óseas que lo hayan perdido. Tras la obtención de hueso artificial en el laboratorio, el siguiente paso que los investigadores tienen previsto dar es implantar este biomaterial en modelos de experimentación animal, como ratas o conejos, para comprobar si es capaz de regenerar el hueso en ellos.

Los investigadores, pertenecientes al Centro de Investigación Biomédica y a las Facultades de Ciencias de las Universidades de Granada y Jaén y al Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra (CSIC), han logrado este importante avance científico tras años de investigación en el ámbito de la biología celular [1], la radiobiología [2] y el estudio de los materiales [3, 4].



Como han explicado los científicos autores de esta patente, actualmente no existen productos alternativos en el mercado, ni tampoco descritos en la bibliografía científica. Sí existen antecedentes de desarrollo de materiales que cumplen la función básica de estimular la diferenciación celular, pero nunca antes se había logrado producir “ex vivo” un material biológicamente complejo y semejante al tejido óseo.

Además, la metodología de diferenciación de células madre desarrollada en Granada utiliza un soporte tridimensional, y permite obtener tipos celulares implicados en regeneración ósea en condiciones de cultivo celular que no requieren factores de diferenciación adicionales o distintos a los presentes en el suero del cultivo celular. Dicho de otro modo: gracias a esta invención, es posible conseguir un biomaterial que comprende células madre sobre el soporte de tela de carbón activado, que es capaz de generar un producto en el que existen células de linaje osteocondral y matriz orgánica extracelular mineralizada.

Este prometedor avance científico, que ha sido patentado a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de Granada, podría tener numerosas aplicaciones en el ámbito del uso de las células madre en la medicina regenerativa, así como en el tratamiento de los problemas del tejido óseo y las lesiones cartilaginosas, según ha avanzado la propia Universidad de Granada.

Tras este importante hallazgo científico, los investigadores confían en obtener la financiación necesaria para poder continuar trabajando en esta línea, y poder lograr el fin último de esta invención: regenerar huesos implantando este biomaterial en pacientes con patologías que afecten al sistema óseo.





Referencias bibliográficas:

[1] Farias VA, Linares-Fernandez JL, Penalver JL, Paya Colmenero JA, Ferron GO, Duran EL, Muñoz Fernández R, García Olivares E, O’Valle F, Puertas A, Oliver FJ, Ruíz de Almodovar JM. Human umbilical cord stromal stem cell express CD10 and exert contractile properties. Placenta. 2011;32:86-95.

[2] Gómez-Millán J Katz ISS. de Araújo Farias V, Linares Fernández JL, López Peñalver J, Ortiz Ferrón, G, Ruiz-Ruiz C, Oliver FJ, Ruíz de Almodovar JM. The importance of bystander effects in radiation therapy in melanoma skin-cancer cells and umbilical-cord stromal stem cells. Radiother Oncol. 2012;102:450-8.

[3] López Peñalver J, Linares-Fernández JL, de Araujo Farías V, López-RamónMV, Tassi M, Oliver FJ Moreno-Castilla C, Ruiz de Almodóvar JM. Activated carbon cloth as support for mesenchymal stem cell growth and differentiation to osteocytes. Carbon. 2009;47:3574-7.

[4] Farias V de A, Lopez-Peñalver J, Sirés-Campos J, López-Ramón MV, Moreno-Castilla C, Oliver FJ, Ruiz de Almodóvar JM. The growth and spontaneous differentiation of umbilical-cord stromal stem cells on an activated carbon cloth. J Mater Chem B. 2013; 1; 3359-3368





Imágenes adjuntas:


1: ‘Hueso artificial’, o mineralización de la matriz extracelular obtenida por los científicos granadinos gracias a su patente. 



2: Tela de carbón activo sobre la que se han cultivado las células madre de cordón umbilical.




3: Células madre cultivadas sobre la base de carbón activado.




Contacto:

José Mariano Ruiz de Almodóvar
Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Granada
Teléfono: 958 24 10 00 Ext. 20013
Correo electrónico: jmrdar@ugr.es

Francisco Javier Oliver
Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra de Granada (CSIC) 
Teléfono 958 181 655
Correo electrónico: oliver@ipb.csic.es

martes, 25 de junio de 2013

El HUCA ultima su mayor desafío en el trasplante de médula

Fuente: http://www.lne.es/sociedad-cultura/2013/06/18/hospital-central-ultima-mayor-desafio/1429375.html


El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) acometerá en un plazo muy breve su mayor desafío en materia de trasplantes de médula ósea. Su singularidad consiste en que emplea células de donantes que no son totalmente compatibles con los receptores, algo impensable hasta hace muy pocos años. Se trata del único procedimiento de esta naturaleza que aún no se lleva a cabo en el complejo sanitario ovetense. El trasplante haploidéntico precisa al menos de un 50 por ciento de compatibilidad.

«La gran ventaja es que permitirá tratar a pacientes que hasta ahora no podían ser trasplantados, bien porque no se encontraba un donante compatible o bien porque eran casos muy urgentes que no admitían demora», explica Carlos Vallejo, hematólogo y director del Programa de Trasplante Hematopoyético de Asturias, destinado a tratar y curar a pacientes con diferentes tipos de cáncer, entre otros los que afectan a células sanguíneas.

Al menos en los primeros compases de aplicación de la nueva técnica, los donantes serán únicamente personas emparentadas con los receptores, señala el doctor Vallejo. No serán muy numerosos los enfermos que se beneficien de este procedimiento, circunstancia que no resta relevancia a un avance que comenzó a aplicarse hace tres o cuatro años en Estados Unidos, y que en España figura en la cartera de servicios de muy pocos hospitales. «El avance es más cualitativo que cuantitativo», precisa el especialista, quien no duda en calificar de «hito» la incorporación de esta técnica.

El protocolo requiere, por una parte, la administración de un fármaco «alquilante» al paciente, una vez que se ha llevado a cabo el trasplante. Pero, además de la faceta farmacológica, «lo más importante es la aplicación de una serie de consideraciones médicas».

En una comparecencia ante la Junta General del Principado, el consejero de Sanidad del Principado, Faustino Blanco, hacía hincapié en la progresión registrada por el Programa de Trasplante Hematopoyético desde 2009. Y es que Carlos Vallejo y su equipo han ido incorporando de forma paulatina los trasplantes de donante no emparentado, los de sangre de cordón umbilical y los pediátricos. De forma paralela, ha aumentado de forma muy significativa la edad media de los pacientes a los que se ofrece la posibilidad del trasplante.

«Asturias está a la vanguardia de España y con resultados equivalentes a los de los países más avanzados de Europa», subrayó el consejero, quien agregó que han mejorado las cifras de supervivencia de los pacientes, se ha incrementado sensiblemente el volumen de pacientes atendidos y se han abordado procesos cada vez más complejos o de enfermos de más edad.

En el año 2010, el equipo del HUCA totalizó 85 trasplantes, lo que lo convirtió en el cuarto programa español por número de tratamientos, sólo por detrás de los hospitales universitarios de Salamanca, La Fe de Valencia y Valdecilla de Santander, según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). En 2011, se realizaron 96 procedimientos, lo que situó a Asturias en cifras similares a las de los países más desarrollados de Europa. En lo que se refiere al trasplante de donantes de pacientes no emparentados, en el año 2011 se practicaron 21 procedimientos por millón de habitantes, tasa equivalente a la de países como Alemania y Francia y muy por encima del conjunto de España, que es de 8,5.

El CSIC alerta del tsunami que arrasa la investigación en España

Fuente: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/05/20/valencia/1369062048_702180.html


Formada en la Universitat de València (UV), despedida del Centro de Investigación Príncipe Felipe y miembro del equipo norteamericano que ha obtenido células madre embrionarias humanas, la bióloga Nuria Martí representa “la punta del iceberg" de la pérdida de capital científico español. Así lo vio el rector de la Universitat de València, Esteban Morcillo, en la presentación de Expociencia, y lo acentuó con sus palabras el coordinador institucional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la Comunidad Valenciana, José Pío Beltrán.

“Nuria Martí ha puesto cara a la crisis”, dijo el rector, pero, Beltrán matizó que “el principal problema son los que en estos momentos están dejando de venir aquí para hacer ciencia y los que están aquí y no tienen futuro”. Puso como ejemplo los 40 aspirantes que tiene cada una de las escasas 25 plazas de investigador convocadas por el CSIC para 2013. “¿Qué va a pasar con los otros?”, se preguntó en referencia a los muchos que se quedarán sin plaza. “Les hemos roto su proyecto vital, les hemos engañado, se van a ir a casa", se respondió.


Para el coordinador del CSIC, “el comportamiento del Gobierno de España en estos momentos está generando un tsunami sobre el sistema de I+D+i español, del que solo se observan por ahora “algunos de sus desastrosos efectos”. La verdadera dimensión del desastre se verá “cuando se retiren las aguas”. Beltrán defendió las “buenas intenciones” de la secretaria de Estado, Carmen Vela, y del ministro del ramo, Luis de Guindos, “aunque” éste último “ no haya dicho una palabra sobre ciencia” desde su nombramiento; pero aludió a la “ceguera” del Gobierno respecto a la investigación en España. El Ejecutivo debe entender “que no se puede destruir un sistema por el que hemos trabajado durante décadas".

Lamentó Beltrán que los laboratorios "no saben todavía con qué dinero van a contar este año" para desarrollar sus proyectos, ya que el Gobierno no ha hecho pública la convocatoria de ayudas a la I+D+i. “Se va a perder un año completo" de investigación, vaticinó, y contó que de su propio laboratorio “están saliendo personas mes a mes que no sabemos cuándo van a volver. El rector recordó que el 90 % de la investigación en España ha sido desarrollado por las universidades públicas y el CSIC, situando a España en posiciones internacionales destacadas en cuanto a producción científica, que ahora peligran.

El retraso en las transferencias relacionadas del Plan Nacional de I+D del año pasado, ha afirmado, está obligando a las universidades y al CSIC a adelantar los fondos para que no se pierdan los proyectos ni los contratos a jóvenes investigadores, señaló Morcillo, que vive también en primera persona esos atrasos como investigador. “Lo último”, señaló Beltrán al respecto, “es que en dos semanas nos explicarán que los proyectos públicos aprobados en diciembre los van a pagar en tres años y dentro de no sé cuánto tiempo”.



A pesar de la situación descrita, ambos gestores e investigadores sacaron músculo al anunciar la inminente creación de un nuevo centro mixto de investigación, sobre biología de sistemas, que se sumará a los preexistentes IATA y al IFIC, que gestionan a medias las dos instituciones. En la misma línea presentaron la quinta edición de la jornada de Expociencia como “la de la resistencia”, junto al director del Parque Científico de la UV, Juan Antonio Raga. “Ni los recortes han conseguido suspender Expociencia”, afirmó este último, subrayando la importancia del trabajo desinteresado de mucha gente para llevarla a cabo. La jornada de puertas abiertas se celebra en el Parc Científic de la UV, con un incremento de la oferta hasta alcanzar las cerca de 60 actividades lúdicas y divulgativas en torno a la ciencia, la tecnología y la innovación, asociadas en esta edición a la Primera Semana de la Innovación.

España: La Fundación INBIOMED plantea 12 despidos y cerrar la investigación en cáncer de mama

Fuente: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/06/17/paisvasco/1371464978_006896.html


Hace solo 15 meses, la Fundación Inbiomed, un centro especializado en la investigación y la medicina regenerativa, inauguró sus flamantes instalaciones en el edificio Biokutxa, situado en el parque tecnológico Miramón de San Sebastián. Fue presentado entonces como un polo científico que iba a situar a Gipuzkoa “en la primera división” del estudio de las células madre y su aplicación médica. La Kutxa, principal patrono de Inbiomed, destinó 7,92 millones en las obras del nuevo edificio.

De aspirar a ser un “referente internacional” en 2015, como proclamaron en febrero de 2012 los responsables del proyecto, Inbiomed ha pasado a estar ahora “en peligro de extinción”, según manifestaron los trabajadores. Inbiomed ha presentado un ERE de extinción que supondrá el despido de 12 de los 43 empleados y “el cierre de la línea de investigación en cáncer de mama”, denunciaron Ariane Aduriz, Jon Fernández y Juanma Salcedo como portavoces de los trabajadores que participaron en una concentración de protesta por estas medidas.

Los investigadores, que llevan dos meses sin cobrar los salarios, achacaron la situación de Inbiomed a la falta de financiación “derivada principalmente de los recortes de la obra social de Kutxa, que constituye la principal fuente de financiación desde hace cuatro años, y de los recortes en I+d de las instituciones públicas”.

Inbiomed cuenta con el respaldo de las principales entidades científicas (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), financieras (Kutxa) e institucionales (Diputación de Gipuzkoa y Ayuntamiento de San Sebastián). Pese a ello, los trabajadores advierten de que el proyecto “se tambalea” y está en riesgo su viabilidad. Aseguran que el centro necesita un presupuesto anual de 2,4 millones de euros para hacer frente a su actividad científica.

Esta fundación privada sin ánimo de lucro se dedica a la investigación con células madre para su aplicación directa o indirecta en el tratamiento del cáncer y de las enfermedades hematológicas y neurodegenerativas, como el parkinson.

En el estreno de la nueva sede de Inbiomed, a la que asistieron, entre otros, la exministra socialista Cristina Garmendia —impulsora del centro cuando era la presidenta de Genetrix— y el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, puso a Inbiomed como ejemplo de que “pese a la crisis, la Kutxa está cumpliendo su compromiso social irrenunciable”. Los trabajadores alertaron de que “actualmente nos encontramos sin recursos para poder llevar a cabo nuestra labor científica. Inbiomed se encuentra en una situación crítica”. Los ajustes afectarán a casi un tercio de la plantilla —dos investigadores principales, técnicos de laboratorio y personal posdoctoral— y harán desaparecer seis líneas de investigación y cuatro plataformas tecnológicas, remarcó Aduriz.

Los trabajadores hicieron un llamamiento a Kutxa y a las instituciones para mantener su apoyo al proyecto de Inbiomed, que “hace un año pasaba por convertirse en un centro de referencia en la investigación biomédica”, recordaron.

Inbiomed pasa por los mismos aprietos que el Instituto Onkologikoa, otro de los iconos de la obra social de Kutxa, que ha visto recortados sus recursos económicos y, según han denunciado sus trabajadores este mismo mes, sufre un “desmantelamiento y deterioro irreversible en la calidad asistencial” tras el despido de seis médicos y cinco enfermeras, además del cierre de un acelerador en radioterapia.

lunes, 24 de junio de 2013

Bebés que salvan vidas

Fuente: http://www.abc.es/salud/noticias/bebes-salvan-vidas-15237.html


Lucas, dos años, un donante anónimo le salvó la vida



En las salas de parto de las maternidades, cuando nace un bebé, hay un sentimiento que hace que los trabajadores sanitarios se sientan verdaderamente orgullosos de la asombrosa labor que hacen: la oportunidad de traer una vida a este mundo. Ahora, por partida doble. Porque las células madre que contiene el cordón umbilical que ha alimentado durante nueve meses a ese bebé tienen la capacidad de curar a otro niño o a un adulto de leucemia u otra enfermedad de la sangre, en cualquier lugar del mundo.

Los profesionales «coleccionistas» de este material genético sólo tienen que sostener en el aire la placenta del recién nacido y presionar hacia abajo la cuerda del cordón umbilical para que la sangre fluya. Sólo queda perforar con una aguja y llenar una pequeña bolsa de plástico con ese valioso fluido. Este procedimiento tarda apenas unos segundos, es indoloro y no tiene riesgo para la madre ni para el bebé. Esta bolsa posteriormente se lleva a un banco de cordón umbilical, donde se congelará, hasta el momento en el que sea necesaria para salvar una vida.

Este tipo de donación es aún una práctica incipiente en nuestra sociedad. En España, el banco público dispone de unas 60.000 unidades almacenadas, según la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), pero se ha convertido en el tercer donante mundial de este tipo de material genético, tras EEUU y Taiwán. Además, sólo en el banco Crio-Cord, el primero privado de conservación de células madre en nuestro país, existen otras 55.000 unidades.



Se trata, sin embargo, de un porcentaje «ínfimo, dado que cada año nacen cerca de medio millón de bebés en nuestro país», según afirma Luis Madero, jefe del Servicio de Oncohematología del Hospital Niño Jesús de Madrid y pionero en los trasplantes con sangre de cordón umbilical en España. Hoy en día, se estima que entre el 90% y el 95% de las muestras de sangre de cordón umbilical se desechan tras el nacimiento. Madero aconseja a los padres que guarden el cordón porque «aún no somos capaces ni de imaginar hasta dónde llegaremos». Hoy hay miles de intervenciones donde se usan estas células madre no embrionarias, especialmente para curar enfermedades relacionadas con la sangre, como leucemias o anemias graves. No se trata de ciencia-ficción. De hecho, el Hospital Infantil Niño Jesús realiza trasplantes de células madre de cordón umbilical desde 1995.


El primer trasplante lo hicieron con las células de un donante de Nueva York, pero ahora los donantes son mayoritariamente españoles, algo que ocurre incluso en muchas partes del mundo, porque estamos entre los tres principales suministradores. Estas maravillosas células de bebés españoles han viajado para realizar más de 1.300 trasplantes en el extranjero hasta la fecha, según los últimos datos de la ONT. En el mundo, se han realizado ya 25.000 trasplantes con este material genético, es decir, un 8% de estos casos ha encontrado donante en un banco español.

En España, se han realizado hasta la fecha cerca de 500 trasplantes de médula ósea utilizando células de cordón umbilical. Se utilizan estas células porque tienen muchas ventajas: poseen mayor capacidad de proliferación que las de adulto, crean poco rechazo al trasplantarse, su generación es continua y, además, suelen estar libres de virus, bacterias y células tumorales.


Para el doctor Miguel A. Sanz, del departamento de Hematología del Hospital La Fe, de Valencia, en los años 90 se empezó a barajar esta solución para los pacientes con este tipo de enfermedades, con indicación de un trasplante de médula ósea como única opción para curarse si no no disponían de un hermano compatible. En 1997, abrieron en este hospital valenciano un programa pionero de trasplante de cordón umbilical, que ya ha conseguido realizar 300 operaciones en adultos. «Esta opción aumenta las posibilidades de encontrar un donante apropiado y en un tiempo muy breve, de entre 2 y 3 semanas», comenta. Sanz ha tratado, entre otros, a la presentadora de televisión Concha García Campoy, una de las personas que se ha trasplantado con éxito en nuestro país.


El doctor Sanz explica que «este tipo de trasplantes para determinados pacientes es no sólo una alternativa, sino probablemente la mejor alternativa disponible». España tiene una población menos homogénea genéticamente que otros países europeos, «por lo que se hace más difícil encontrar un donante de médula o de sangre compatible en un periodo de tiempo pequeño», explica este experto. Beneficiarse un banco repleto de células madre de diferentes donantes abre un mundo de enormes posibilidades para estos pacientes.


En las situaciones más favorables, los expertos hablan de que estos trasplantes pueden llegar a tener unos porcentajes de éxito de alrededor del 70-80%, lo cual es extraordinario si se tiene en cuenta que se trata de pacientes que morirían de su enfermedad si no se trasplantasen.


Hoy en día, estas células se utilizan para tratar más de 70 enfermedades graves, principalmente leucemias, linfomas, anemias graves y desórdenes metabólicos hereditarios, explica Susana Esteban, directora general de CrioCord. Y su potencial es uno de los descubrimientos más esperanzadores de la medicina. La siguiente aplicación médica de estas células podría ser en casos de esclerosis lateral amiotrófica, isquemias e infartos de miocardio, diabetes tipo 1 infantil o parálisis cerebral,... Así lo vaticina el doctor Gregorio Garrido Cantarero, jefe de Servicio del Área Médica de la ONT.


Los ensayos clínicos en estas áreas están avanzados, aunque los especialistas advierten de que todavía no son una realidad. «Si los pacientes que sufren estas enfermedades desean ser tratados ahora mismo, por el momento su única opción segura es formar parte de un ensayo clínico, a sabiendas de los efectos adversos y del hecho de no obtener la curación deseada, si fracasa», comenta Madero.


En el caso de las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson, la investigación está en fases elementales, aunque prometedoras: «La ciencia requiere su tiempo aunque tenga delante una mina de este calibre», afirma este especialista.


«Hay más de 4.400 estudios en marcha con células madre adultas», señala Esteban, cuya empresa colabora con la investigación de estas técnicas en la regeneración de cartílago y de parálisis cerebral infantil. Además, se está investigando también el potencial de las células madre de la sangre del propio tejido del cordón, no sólo de su preciado contenido, «con las que hay abiertas importantes líneas de investigación en el campo de la medicina regenerativa», concluye.



  • Lucas, dos años. Inmunodeficiencia severa. Un donante anónimo le salvó la vida
Lucas tiene hoy dos añitos, y con tan solo tres meses fue diagnosticado de inmunodeficiencia combinada severa. Su madre, Maite, nos cuenta que tenía solo un mes cuando saltó la alarma. «Tras varias infecciones, Lucas fue diagnosticado de síndrome de Ommen. La noticia fue horrible, devastadora, pero nos dijeron que había una posibilidad por medio del trasplante de células de cordón umbilical». «Su hermano se hizo las pruebas, pero no era compatible, así que tuvimos que esperar para encontrar un donante», explica. «En un mes nos dieron la gran noticia: habían encontrado un donante en el Banco de Cordón de Barcelona compatible con Lucas».

El trasplante se lo hicieron con seis meses, después de cuatro ingresado y en aislamiento, solo con la compañía de su madre y las visitas de su padre y su hermano. En ese tiempo, Maite quiso compartir con todos los amigos y familiares que estaban pendientes de la salud de Lucas lo que iba sucediendo, a través del blog «La pecerita de Lucas». «Fueron meses muy difíciles, y contar nuestra experiencia nos ayudó a mi marido y a mí a llevarlo mejor, sabiendo que además podíamos ayudar a otros padres en la misma situación».

Hoy Lucas es un niño sano y feliz, que no recuerda nada de lo que le ha pasado, al que le encanta disfrutar con sus compañeros de cole y con su hermano de toda clase de juegos. Sus padres reconocen que lo vivido les ha servido para «exprimir» cada minuto con él y disfrutar al máximo de su compañía.




  • Alba, 4 años, leucemia mieloblástica aguda. 
Con solo dos meses, Alba no cogía peso. Dos meses más tarde, los análisis mostraron anomalías graves, y llegó el diagnóstico: «Tiene leucemia mieloblástica aguda, la más agresiva. Para su curación necesitará un transplante de médula ósea previo tratamiento quimioterápico bastante agresivo. El porcentaje de curación oscila entre el 40 y el 50%», unas palabras que se han quedado grabadas a fuego en la memoria de Celia, su madre. «El mundo se me cayó encima. Mi hija apenas tenía 4 meses. A los pocos días empezaron a darle el tratamiento de quimioterapia, cada ciclo consistía en administración del fármaco durante 8 días consecutivos. El primer ciclo fue más o menos bien, dentro de lo que cabe, claro. Nos aislaron en una habitación especial, solo Alba y yo, y de visita su padre», recuerda Celia. El segundo ciclo fue peor. La niña cogió una infección por una bacteria bastante agresiva justo en el momento en que sus neutrófilos estaban a cero, es decir que su cuerpo no disponía de defensas para combatirla.

Después de esta dura experiencia, que mantuvo a Alba en la UCI del Hospital Virgen de la Salud, de Toledo, más de 20 días, apareció el primer donante, que resultó no ser compatible. Y volvieron las malas noticias. Alba tenía la leucemia mieloblástica aguda M0, la de peor pronóstico, que solo afecta a un 35% de los casos. «Los médicos nos dijeron que ellos solo habían tenido 10 casos, de los que solo uno estaba vivo, que no curado», explica Celia.

El Complejo Mayor de Histocompatibilidad (HLA) de Alba era raro, complicado para encontrar donante, y su cuerpo estaba muy afectado ya por la quimioterapia como para soportar bien más sesiones. «Desde el principio mi idea era tener otro hijo para poder salvar a Alba, pero en nuestro caso esa opción no era viable por falta de tiempo, el trasplante había que hacerlo antes de que mi embarazo llegara a término», explica Celia.

Pero no cabía rendirse, los padres de Alba se movilizaron para pedir que la gente se hiciera donante por todos los medios posibles: reportajes en televisión, ayuda de amigos y familiares, de la gente de su entorno y de gente de toda España que se solidarizó con su caso. Al poco tiempo llegó la noticia, tenían un donante compatible de un banco de Estados Unidos. El trasplante se llevó a cabo cuando Alba tenía ocho meses, y ahí empezó un nuevo proceso en el que la pequeña tuvo que superar muchas complicaciones: un rechazo tras el trasplante, un episodio de paro cardiaco, convulsiones. Pero todo eso pasó y, muy poco a poco, Alba fue recuperando su salud. Por fin el hospital dejó de ser la casa de Alba, que para entonces ya había pasado allí más de la mitad de su vida. «Así es Alba, reacciona salvajemente para mal, pero a la vez salvajemente para bien», define su madre con una mezcla de amargura y alegría. Hoy, con cuatro años, es una niña completamente sana, muy sociable y alegre, a la que le encanta ir al colegio y disfrutar de estar en la calle. Su madre dice que es un milagro, pero ella ya no se acuerda.




  • Candela salvó la vida a su hermano Pedro
El pequeño Pedro tiene cuatro años. Le «debe» la vida a su hermana Candela, que nació «preparada» para curarle. Aunque la enfermedad de Pedro, anemia de Blackfan-Diamond, le fue diagnosticada hace tan solo tres meses, desde el momento del nacimiento necesitó continuos controles y, a partir del tercer año, transfusiones de glóbulos rojos cada seis semanas. «La posibilidad del trasplante fue la primera opción que nos mencionaron desde el principio para curar a Pedro, así que, cuando me quedé embarazada de Candela, nos pusimos en contacto en seguida con un banco privado, Crio-Cord, que nos ofreció la conservación del cordón de forma gratuita, acogiéndonos a su programa familiar», explica Elena, su madre. «Fue una milagrosa coincidencia, nos enteramos casi a la vez de la necesidad del trasplante y del embarazo», añade.

La buena noticia vino acompañada de otros contratiempos: «Nos encontramos con el problema de que en los hospitales de la seguridad social no nos garantizaban la recogida del cordón, aunque nosotros asumiésemos los gastos de recogida, conservación, etc. Por ello tuvimos que buscar una ginecóloga de la sanidad privada, que atendiese partos en la pública y así asegurarnos de que el cordón, en el caso de que fuesen compatibles, se destinara a Pedro».

Así fue como Candela se convirtió en una doble alegría para sus padres, más aun cuando, a medida que avanzaba el embarazo, descartaron que ella padeciera la enfermedad de su hermano y, cuando nació supieron que era completamente compatible con Pedro. «¡Eran idénticos! Los médicos nos dijeron que eso solo ocurre con uno de cada cuatro hermanos», cuenta Elena emocionada. Con esa buena noticia llegaron al Niño Jesús, donde les prepararon para el trasplante, explicándoles los riesgos y beneficios de la intervención. «El 15 de abril ingresamos en la sala 1 del centro Maktub del hospital y, tras treinta y tres días asistidos por un equipo de médicos y enfermeras excepcional, para el que solo tengo palabras de gratitud, salimos felices con nuestro hijo por fin curado», explica Elena.

Hace muy poco tiempo que la vida de esta familia ha dado un cambio radical, pero ya parece que lo que han pasado ha quedado muy lejos. «Desde que era un bebé, Pedro ha vivido de visita en visita médica, y eso le ha hecho muy fuerte y valiente. Sorprendentemente, él ha sido el primero que ha normalizado la situación, siempre ha sido consciente de que estaba 'malito'», cuenta Elena. «Nos ha dado fuerzas a todos, incluso en los momentos más duros. Durante la estancia en el hospital, solo hubo tres o cuatro días en los que estaba cansado, el resto los pasó jugando al futbol, cantando y bailando con los médicos y enfermeras», añade Elena.




Centros a su alcance

En nuestro país, están autorizados los siguientes bancos públicos: Santiago de Compostela (recoge también de Asturias y Castilla y León); Barcelona (para toda Cataluña, Aragón, Baleares, Cantabria, Navarra y Extremadura); Madrid (también para La Rioja); Málaga (toda Andalucía, Murcia y Castilla la Mancha); Valencia; País Vasco y Tenerife (para toda Canarias).

Además, existen bancos privados: Crio-Cord, Vidacord e IVIDA (en Madrid), Sevibe (en Gerona) y StemCell (en Valladolid).

domingo, 23 de junio de 2013

La enfermedad de motoneuronas: ¿cómo podrían ayudar las células madre?

Fuente: http://www.eurostemcell.org/de/node/31073


¿Qué es la enfermedad de motoneuronas?

El término “enfermedad de las motoneuronas“ (MND por sus siglas en inglés ) describe varias condiciones diferentes que afectan a las células nerviosas llamadas motoneuronas. Las motoneuronas se encuentran en el cerebro y la médula espinal. Su trabajo consiste en transmitir señales desde el cerebro a los músculos del cuerpo para controlar el movimiento. En MND, el daño a las motoneuronas interrumpe estas señales, lo que lleva a una parálisis progresiva. Los pacientes pueden sufrir una variedad de problemas tales como espasmos, rigidez muscular, dificultades para hablar, tragar e incluso respirar. Con el tiempo, los músculos comienzan a debilitarse y perderse, por lo que los síntomas son cada vez peores.

La forma más común de la MND es la esclerosis lateral amiotrófica (ELA, o ALS en inglés), que representa aproximadamente el 60-70% de todos los casos. Generalmente se la conoce como enfermedad de Lou Gehrig en los EE.UU.



¿Qué causa la enfermedad de motoneuronas y cómo se trata?

Algunas formas de MND son hereditarias: se heredan en una familia. Alrededor del 10% de MND entra en esta categoría familiar. Por ejemplo, la mutación (o cambio) en un gen llamado superóxido dismutasa 1 (SOD1) fue la primera causa genética de MND en ser identificado y se conoce como 'ELA familiar'. Esta forma familiar de la enfermedad afecta a los pacientes exactamente de la misma manera que otras formas de ELA.

La mayoría de las enfermedades de motoneuronas no se heredan y no se conocen las causas. Se piensa que las formas de enfermedad esporádicas o no hereditarias son causadas por la combinación de cambios genéticos, el entorno y estilo de vida del paciente. Los científicos creen que las motoneuronas pueden dejar de funcionar no sólo como consecuencia de cambios dentro de las células en sí, sino también por daños en el entorno inmediato de las motoneuronas en el cuerpo. Hay evidencia que indica que también otros tipos de células del sistema nervioso pueden estar involucradas.

Hasta la fecha, no existe una cura para la enfermedad de las motoneuronas. Los tratamientos actuales se centran en aliviar los síntomas para mejorar la calidad de vida de los pacientes. El único tratamiento disponible que afecta a la progresión de la enfermedad, es el Riluzol, pero sus efectos beneficiosos son muy limitados. Los científicos ahora están buscando tratamientos más eficaces.



¿Cómo podrían las células madre utilizarse para tratar la enfermedad de motoneuronas?

Hasta ahora sabemos muy poco acerca de cómo y por qué las motoneuronas están dañadas y degeneran en la MND. Muchos factores parecen estar involucrados en la causa de la aparición y progresión de esta enfermedad. Para curar a los pacientes, una terapia tendría que hacer frente a la mayoría, si no todos los cambios perjudiciales que se están produciendo en el cuerpo.

Los investigadores ahora están estudiando las células madre para aprender de cerca lo que va mal en MND y para investigar si podrían ser utilizadas en nuevos tratamientos. Hay varios tipos diferentes de células madre que ofrecen distintas posibilidades para investigación y terapias.



En 2008, un equipo de científicos de la Universidad de Harvard en los EE.UU. utilizó las células de la piel de un paciente de ELA para hacer frente a este problema. Los investigadores transformaron primero las células de la piel en células madre pluripotenciales inducidas (células iPS) (células iPS). Las células iPS se comportan como células madre embrionarias y tienen la capacidad de convertirse en cualquiera de las diferentes células del cuerpo. Después utilizaron las células iPS para convertirlas en motoneuronas que mostraron signos de la enfermedad. Desde entonces, muchos otros investigadores han cultivado motoneuronas de la misma manera.

Estas motoneuronas cultivadas en laboratorio son una herramienta poderosa para examinar las células humanas con la enfermedad, encontrar nuevas pistas sobre lo que está mal en ellas y examinar cómo influyen entre sí o se ven afectadas por otros tipos de células en su entorno.

Los investigadores pueden utilizar las células obtenidas de distintos pacientes para explorar las diferencias y similitudes entre las distintas formas de MND. La capacidad de hacer crecer un gran número de motoneuronas también permite a los científicos probar posibles fármacos directamente en las motoneuronas para el tratamiento de la enfermedad.



El uso de células madre como terapia 

Aunque algunos tipos de células madre se pueden utilizar para cultivar motoneuronas en el laboratorio, los científicos creen que es poco probable que simplemente trasplantar estas motoneuronas cultivadas en el laboratorio a pacientes sea la forma más eficaz para el tratamiento de MND. Las células trasplantadas tendrían que reemplazar los dos grupos de motoneuronas que se ven afectados por la enfermedad (en el cerebro y la médula espinal) y también tendrían que crear las conexiones adecuadas dentro de los complejos circuitos que conectan los músculos con el cerebro. Debido a que hay muchos factores que contribuyen al daño neuronal en la MND, también es posible que las células sanas trasplantadas pronto se dañarían demasiado.

Por todas estas razones, los científicos consideran que se debe hacer mucha más investigación de laboratorio, antes de pasar a los ensayos clínicos con las motoneuronas cultivadas en laboratorio.

Los científicos están investigando qué tipo de células madre podrían utilizarse para abordar los diferentes aspectos de esta enfermedad, y cómo cada tipo de célula madre puede ser más útil. Es probable que una combinación de enfoques sea necesaria debido a que una terapia de éxito tendrá que lograr una serie de cosas:

  • Proteger las motoneuronas existentes del paciente, apoyar su crecimiento y estimular un aumento en el número de motoneuronas sanas
  • Corregir las condiciones perjudiciales en el medio ambiente que rodea a las motoneuronas en el cuerpo
  • Dirigirse no sólo a la médula espinal, sino también los puntos de conexión entre las motoneuronas y los músculos en sí, para permitir que las neuronas lleven las señales desde y hacia el músculo.

Varios tipos de células madre están siendo probados por su potencial para superar estos problemas, incluyendo las células madre embrionarias y células madre mesenquimales. Las células denominadas "células progenitoras neuronales”, responsables de la creación de nuevas neuronas en el cuerpo, también se investigan actualmente. Entre las células más prometedoras hasta la fecha son las células madre de la médula espinal, que pueden producir tanto las motoneuronas como las células llamadas glia. Las células gliales secretan muchas de las proteínas conocidas como factores de crecimiento que ayudan a que las motoneuronas se desarrollen. También puede que sea posible utilizar células no neuronales, tales como células gliales para evitar mayores daños a las motoneuronas y estimular su reparación, proporcionando una versión de trabajo de la proteína SOD1, que no funciona correctamente en algunos tipos de MND.



La investigación clínica y transplante de células madre actuales

Algunos estudios de laboratorio sugieren que ciertos tipos de células madre pueden ser eficaces para el tratamiento de la ALS en el futuro. Por ejemplo, los investigadores han trasplantado células madre mesenquimales o células progenitoras neurales en ratones con motoneuronas dañadas de forma similar a la ELA. Los estudios sobre cada uno de estos tipos de células muestran que la enfermedad progresa más lentamente en estos animales, que tienen menos pérdida de neuronas motoras, y que su esperanza de vida mejora. También se han diseñado genéticamente células progenitoras neuronales humanas para que liberen un factor de crecimiento que ayuda a que crezcan las motoneuronas y se ha demostrado que ayuda a proteger a las motoneuronas en ratas. Además, gracias a la investigación en animales grandes y pacientes humanos se ha demostrado que es posible trasplantar estas células manipuladas de forma segura en la médula espinal humana.

En junio del 2012 se completó el primer ensayo clínico para estudiar la seguridad de la inyección de células madre de la médula espinal humana directamente en la médula espinal de pacientes con ELA. Doce pacientes participaron en el estudio y ninguno de ellos tenía reacciones adversas al tratamiento. Esta es una prometedora primera indicación de la viabilidad de tal enfoque y sugiere que sería seguro. Ahora se necesita más investigación para estudiar lo que ocurre con las células trasplantadas una vez que están en la columna vertebral y cómo son de eficaces en ayudar a reparar el daño.



¿Se pueden utilizar las células madre para tratar MND ahora?

En resumen, aunque las células madre ya son muy útiles en la investigación de MND, actualmente no existen terapias con células madre aprobadas para la enfermedad de motoneuronas. Es posible que el uso de células madre en terapias futuras nos dé la oportunidad de tratar muchas, si no todas, las causas de MND y ayudar al cuerpo a restaurar sus propias capacidades curativas. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar qué tipos de células madre pueden utilizarse y cómo pueden utilizarse mejor para ofrecer tratamientos seguros y eficaces.

Carlos Romeo Casabona: "El reto más importante es el manejo de la información genética relativa a la salud"

Fuente: http://www.deia.com/2013/05/20/sociedad/euskadi/el-reto-mas-importante-es-el-manejo-de-la-informacion-genetica-relativa-a-la-salud

Veinte años después de la puesta en marcha de la cátedra interuniversitaria de la Diputación Foral de Bizkaia de Derecho y Genoma Humano, Universidad de Deusto y del País Vasco, su director, el catedrático Carlos Romeo, echa la vista atrás y hace un balance claramente positivo.






Recuerda que cuando llegó a la Universidad de Deusto para asumir la Cátedra se tuvo que instalar provisionalmente en el despacho de profesor del Rector, Jesús Eguiluz. "Las actuales instalaciones estaban todavía por hacer. Empezamos de cero, cero. Transcurridas dos décadas hay un equipo sólido, la mayor parte doctores que se han formado conmigo y la Cátedra se ha convertido en un referente mundial", dice visiblemente satisfecho Carlos Romeo, al tiempo que reconoce estar participando en muchísimas instituciones internacionales: el Consejo de Europa, la Comisión Europea, la Unesco, la OMS,... "De todas ellas nos llaman. Además colaboramos con universidades y centros académicos de todo el mundo. Cuando nos llamó la Asamblea francesa me sentí impresionado porque los franceses no suelen pedir referencias extranjeras y mucho menos al país del sur. Fue una gran satisfacción", apunta. El profesor Romeo confía en que las jornadas en Deusto y la UPV sean una oportunidad para celebrar las dos décadas de trabajo y reflexionar sobre la evolución de la genética y las biotecnologías humanas y sus implicaciones éticas y jurídicas.



¿Cree que la cátedra está respondiendo en tiempo a los retos bioéticos que plantea el acelerado avance de las ciencias biomédicas?

Así se ha procurado participando en encuentros del Consejo de Europa. En el Estado español hemos asesorado en leyes importantes como la de Investigación Biomédica. Tras muchos años investigando participamos también en la Ley de Autonomía del Paciente, así como en diversos reales decretos y otro tipo de normativas. Esto es excepcionalmente importante porque es una manera de plasmar en la realidad tus propuestas, las ideas que hemos ido madurando entre todos los que conformamos este equipo de Derecho y Genoma Humano.



Cuando fue creada la cátedra el genoma humano era un reto. Hoy su conocimiento es una realidad y su uso es mayor cada día. Para el Derecho ¿qué tipo de reto plantea el que se conozca el genoma humano desde 2001? ¿Y cuándo se conozca y se pueda modificar a voluntad?

El más importante, que ya lo tenemos aquí, es el manejo de la información genética; los datos relativos a la salud. A pesar de los avances que se han producido estamos aún en los inicios. Sin embargo, esa información está permitiendo cambiar el enfoque de la Medicina. Hace unos años se hablaba de una medicina predictiva; es decir, una medicina de tratamientos cuando todavía no hay síntoma, pero sí que se puede predecir que lo va a estar o tiene una alta probabilidad. En la medida en que avancen otros aspectos de la Medicina para este tratamiento, esa sería la medicina predictiva y a su vez también preventiva. En tercer lugar la medicina personalizada o individualizada, de la que se habla mucho. Ese conocimiento dará la posibilidad de personalizar los medicamentos según las características genéticas de cada paciente. Y eso es importantísimo, aunque está todavía en sus arranques.



¿Esto supondrá un cambio en la concepción de la Medicina?

Sí. Se está avanzando mucho en la medicina personalizada. Con toda la tecnología moderna es volver al boticario del siglo XIX que hacía un preparado porque se lo encargaba el médico. No será el frasco, sino que será de acuerdo con las mejores prescripciones genéticas que tenemos para un fármaco u otro, de una manera u otra, con lo cual la aspirina no la tomaremos todos igual.



Para el Derecho, ¿qué importancia tiene la medicina personalizada?

El que se habla de una medicina predictiva, que te dice cómo puede evolucionar la salud de una persona. Esos datos hay que protegerlos porque puede ser objeto de discriminación. Si sabemos que una persona de aquí a quince años va a desarrollar una dolencia, puede que una empresa no quiera contratarla. Hay que contrarrestar el uso perverso de los datos genéticos para usarlos bien.



¿Es un tema de discusión en los foros internacionales?

Sí. Pero aunque se toman medidas en el Consejo de Europa sobre Derechos Humanos y de Medicina, o en la Declaración de la Unesco sobre Derechos Humanos y Genoma Humano para que nadie sea discriminado por sus características genéticas, nada es blanco ni negro.



Su uso en investigación o cada día más en clínica o en criminología habrá creado retos legales. ¿Cuáles por ejemplo? ¿Uso de células embrionarias, clonación de embriones, clonación de órganos nuevos, utilización de la genómica para conocer posibles enfermedades genéticas futuras…?

Los nuevos retos en investigación se han ido abriendo de manera instantánea. Por ejemplo, la posibilidad de tratamiento de algunas enfermedades a través de las llamadas células madre o troncales. Aquí está la posibilidad de utilizar estas células que tenemos en nuestro organismo o también en embriones. Es ahí donde está el debate ético-jurídico especial. ¿Esto en qué consiste? En que esas células que se encuentran aún sin estar maduras del todo pueden tener una función determinada ya que en el laboratorio pueden ir adquiriendo diferentes funciones y una morfología celular según las necesidades específicas: de la piel, para un infarto, para un quemado, etc.... Esta es otra faceta muy importante de la Medicina, que es la regenerativa.



¿Va más despacio de lo deseado?

Sí. Para el Derecho y la Ética también se abría un nuevo espacio. Se habla de la clonación terapéutica, al margen de la reproductiva que en su momento también causó gran expectación y luego ha quedado en nada. Las palabras también juegan muchísimo y pueden desenfocar las cosas y confundir a la población.



¿Pero está bien regulado?

Lo relativo a la investigación con seres humanos utilizando esas células en los ensayos clínicos con medicamentos están muy regulados. Otra línea de investigación es la que se puede hacer con los seres humanos. En sí mismo, la utilización de estas células pueden plantear problemas si vienen de embriones que se obtendrían a partir de las células germinales del futuro paciente. Ahí dependerá de la visión ciudadana que se tenga y que se refleja en las leyes.



¿Nuestra legislación nos protege bien, con garantías, del uso de estos avances biomédicos?

Sí. La Ley de Investigación Biomédica ha pretendido dar una estructura jurídica para facilitar o enmarcar la investigación y promocionarla, pero al mismo tiempo para dar garantías a las personas que participen en la investigación y tomando medidas, siempre discutidas y discutibles, sobre la vida prenatal o con material biológico humano.



¿Por ejemplo?

Un debate abierto se refiere al material biológico humano: los biobancos para que los investigadores tengan un depósito de células que necesitarán para investigar. Esto requiere infraestructuras, pero al mismo tiempo que ese material biológico se use de manera que no se perjudique a la persona. Que se promueva la investigación con ese material una vez que haya sido anonimizado, que no se sepa de quién es y que no se pueda saber nunca de dónde viene para no perjudicar a la persona donante.



La legislación española sobre uso del genoma, su posible intervención y modificación, la utilización de embriones o la clonación parcial… ¿es suficientemente garantista al tiempo que progresista?

Es muy garantista. En ocasiones, demasiado procedimentalista. Hay que cumplir muchos requisitos; algunos no son tan necesarios y se pueden hacer de una manera más simplificada. Además, es progresista porque se abre a todas las líneas de investigación que hay. Por el exceso de garantismo se cae en la burocratización de la investigación. Eso, a veces, molesta y perjudica a los investigadores.



La energía nuclear es muy costosa y voluminosa, por lo que su utilización inadecuada no es de difícil detección y control. El uso de las técnicas genómicas es menos aparatoso y más barato, ¿es fácil legislar y controlar para un uso no perverso?

No es tan fácil, sobre todo, si estamos hablando de organismos genéticamente modificados sean humanos o no lo sean. La biotecnología se inicia en microorganismos, en vegetales y animales, pero se abre también al ser humano. La verdad es que en un laboratorio con instalaciones adecuadas se pueden hacer muchas cosas, entre ellas clonación. Se pueden generar embriones sin que nadie lo supiera. Pero al hacerlo se quiere poner a la vista de los demás y se acabaría sabiendo. Hasta ahora no ha habido ningún caso.



Conviene ver siempre lo positivo del avance científico genético y biomédico, pero ¿es fácil poner límites legales cuando la ciencia no parece tenerlos?

Como todo lo que tiene que ver con la ciencia y la tecnología hay una metodología que es importante seguir y es ir paso a paso. Con lo de las células madre embrionarias y la clonación terapéutica se ha querido dar zancadas, pero cuando un científico se está saltando pasos previos es que esconde alguna trampa.



¿La aplicación de la biotecnología genómica agrandará aún más la sima entre el mundo desarrollado y el mundo pobre? ¿Qué puede hacerse desde su cátedra?

No solo se da entre los dos bloques, también en el mismo país hay diferencias sociales. Y si hablamos de técnicas muy avanzadas es muy difícil que eso pueda ser asumido por los sistemas públicos. De algún modo habría que buscar las vías de corrección de esas desigualdades y fomentar la solidaridad entre los pueblos y evitar la discriminación. Desde un sitio tan modesto como es la Cátedra lo que hacemos es potenciar determinados valores que merecen ser respetados. Aunque siga habiendo injusticias, vamos a promover que sean menos graves y notorias.